Somos asi, locales globalizados
Superventriculados de ideologías de pasillo de facultad,
Unidimensionales pero desollados por fuerzas opuestas tironeando en toda direccion
Paralelepípedos, constipados de compotas multifruta y televisión
Desarrollamos una aerodinamia hábil para la economía,
Para movernos como el dinero,
Sin rostro, sin ley y sin nación
Sujetados, perfectos para la vida en cautiverio
Y las vacaciones en una playa artificial del Caribe tomando Carioca
en vez de jugo exprimido, porque la negra de la etiqueta se ve mucho más real que la que te lo sirve.
Mitad carne y mitad vidrio o polietileno
Inmortales para la ciencia, la técnica y el arte
Pero si no tomamos la pastillita
Nos morimos
Y ya no hay cielo,
Esa febril, antigua puta para anestesiarse.
Nuestros paraísos ahora son otros,
Portátiles, prefabricados
Hay tantos no-lugares como almas vaciadas capaces de habitarlos,
Prostíbulos, casinos, cadenas de supermercado,
Shoppings, aeropuertos, morgues y estadios
Kamasutra, yoga y comida vegana u oriental: la desesperada manera kitsch que encontrarnos de arañar la espiritualidad
Coreografías sin sustancia
Que no distan mucho de una clase de step
Configurando nuestro escenario
Animal, de falanges mórbidas moviendo el mundo
A una suerte de bola de cristal en la que cae nieve si la das vuelta
o flores o pececitos o quizás corpiños de mujeres en rebeldía.
Cualquier mundo es posible, pero de bolsillo. Desplegable, con instrucciones en todos los idiomas de cómo se debe armar así es para todos lo mismo.
Somos los mecano parlantes,
Los post- arco iris
Muertos de un infarto en la rodilla
Por no animarnos a correr por la piba que te volvió loco en la esquina
Toda la expresión reducida
a una lágrima que cae, con culpa, en la alcantarrilla
Donde, debajo, niños-gusanos labran la tierra que ya no es más,
Que es territorio sub-terráneo, foráneo de toda sensibilidad.
Donde quizás se funde el verdadero paraíso,
El que da sustento a este lobo de metal
Colonizador,
Silencioso,
Omnipresente y milimetrado
La entelequia no asumida de los excluidos, con el boleto marcado del nunca jamás,
Que aprendieron a hacer estatuillas de la mugre
Para rendir culto a sus dioses de pan,
ésos son los verdaderos sujetos,- desgarrados, también, claro -, pero pataleando en el fondo de un aljibe
como ranas pre-revolucionarias.
La verdadera cultura esta ahí, en los márgenes insepultos
de toda sociedad, son su yema, su nervadura, su esqueleto, la parte invisible de la verdad
para ellos eso que sucede no es una estructura, ni un ideario
es la vida resurgiendo como una flor entre los adoquines,
absurda,
para nadie,
igual de bella, pero muda.
Superventriculados de ideologías de pasillo de facultad,
Unidimensionales pero desollados por fuerzas opuestas tironeando en toda direccion
Paralelepípedos, constipados de compotas multifruta y televisión
Desarrollamos una aerodinamia hábil para la economía,
Para movernos como el dinero,
Sin rostro, sin ley y sin nación
Sujetados, perfectos para la vida en cautiverio
Y las vacaciones en una playa artificial del Caribe tomando Carioca
en vez de jugo exprimido, porque la negra de la etiqueta se ve mucho más real que la que te lo sirve.
Mitad carne y mitad vidrio o polietileno
Inmortales para la ciencia, la técnica y el arte
Pero si no tomamos la pastillita
Nos morimos
Y ya no hay cielo,
Esa febril, antigua puta para anestesiarse.
Nuestros paraísos ahora son otros,
Portátiles, prefabricados
Hay tantos no-lugares como almas vaciadas capaces de habitarlos,
Prostíbulos, casinos, cadenas de supermercado,
Shoppings, aeropuertos, morgues y estadios
Kamasutra, yoga y comida vegana u oriental: la desesperada manera kitsch que encontrarnos de arañar la espiritualidad
Coreografías sin sustancia
Que no distan mucho de una clase de step
Configurando nuestro escenario
Animal, de falanges mórbidas moviendo el mundo
A una suerte de bola de cristal en la que cae nieve si la das vuelta
o flores o pececitos o quizás corpiños de mujeres en rebeldía.
Cualquier mundo es posible, pero de bolsillo. Desplegable, con instrucciones en todos los idiomas de cómo se debe armar así es para todos lo mismo.
Somos los mecano parlantes,
Los post- arco iris
Muertos de un infarto en la rodilla
Por no animarnos a correr por la piba que te volvió loco en la esquina
Toda la expresión reducida
a una lágrima que cae, con culpa, en la alcantarrilla
Donde, debajo, niños-gusanos labran la tierra que ya no es más,
Que es territorio sub-terráneo, foráneo de toda sensibilidad.
Donde quizás se funde el verdadero paraíso,
El que da sustento a este lobo de metal
Colonizador,
Silencioso,
Omnipresente y milimetrado
La entelequia no asumida de los excluidos, con el boleto marcado del nunca jamás,
Que aprendieron a hacer estatuillas de la mugre
Para rendir culto a sus dioses de pan,
ésos son los verdaderos sujetos,- desgarrados, también, claro -, pero pataleando en el fondo de un aljibe
como ranas pre-revolucionarias.
La verdadera cultura esta ahí, en los márgenes insepultos
de toda sociedad, son su yema, su nervadura, su esqueleto, la parte invisible de la verdad
para ellos eso que sucede no es una estructura, ni un ideario
es la vida resurgiendo como una flor entre los adoquines,
absurda,
para nadie,
igual de bella, pero muda.
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